Leandro Sereño
miércoles, 25 de enero de 2023
CRECER
Y es reemplaza por la manía
De la limpieza
De la desesperada mentira
Del castigo
De los miedos de un gigantesco árbol lleno de sueños
frustrados
La adolescencia entonces se esconde en los padres de las
comas,
Los puntos, los doble puntos, las letras bien escogidas,
y de una
Ficticia madre
Mermada de alcohol y angustiada de vicios sin llave ni
retorno
De la adultez que queda, directo al ataúd pensante y
llorón…
Que más del miedo a morir es el miedo a vivir,
¿Cómo salgo de mis ruinas?
Si nadie está aquí para lanzar al menos una carnada
disfrazada, en
Esta tierra seca de mi sangre.
Me quiero liberar, liberar de todas sus muertes y olores
De madera quejumbrosa y añorante
Voy a devolverte tembloroso y fatigado
El beso moribundo y desierto, lleno de tus pérdidas.
Para que nos demos la búsqueda de esa fruta que aún
No ha sido penetrada por la mosca.
CINCO COTORRAS NEGRAS
CRETINA EMBOSCADA
De sensaciones estomacales
sábado, 30 de enero de 2021
miércoles, 27 de enero de 2021
UN PARAÍSO ESCONDIDO
aunque mi preferido no siempre está a mi lado
se siente como si me hubiesen cercenado el vientre por completo
Cuando no quiero salir, quiero encerrarme quizás para siempre, sintiéndome agresivo ante las palabras y los acometidos
Sin bozal ni amarra cualquiera pudiese tener miedo
Cuando tengo muchos caminos, la mayoría sin obstáculos
Se me va la sangre de los pies y se me hormiguean los sueños,
Se me pudren los hábitos y se me enreda el alimento.
Tengo la maldita suerte inquietante y repulsiva de rodearme sin quererlo, de un jardín completo de inmaduros e imbéciles
Y decanto y derramo horas y horas de la fuente de mi vida con personas equivocadas, mientras que la única correcta,
mi paraíso preferido,
se me disuelve en los lamentos.
Me he topado la mayor parte de mi vida con un párrafo:
“Hijo de ti mismo,
Egoísta y agresivo inseminador de los miedos,
bloque inmenso y abominable,
eres anti amor y anti paz,
histérico odioso
colérico de sangre sin sangre
Animal sin silencio”
Palabras que me hacen bien pero provenientes del mal, y no es mi culpa que dos veces el mayor enemigo de mi espíritu sea ese gargantuesco gordo y calvo sujeto que algunas bocas llaman “padre”
¿Hasta cuándo se desvanecerá el tiempo de nuestra raza?
¿Hasta dónde nos dejarán sin nada?
Aprendiendo y aprendiendo nada más que la desgracia de lo perdido
¿Por qué debo morir si no vivo a partir de la adultez, y la poca memoria no perdura nunca?
Tan injusto como ese puro y tierno beso pequeño que de primera vez se hace raíz en el alma y que a sabiendas de todos los testigos crueles me lo desgarran como a la mala hierba
Pretendo siempre no caer fuertemente ante la amistad de mi odio, sólo pretensiones, sólo a veces para mi es siempre
Como la eternidad que se hace ruido, un ruido de avíspera multitud sin rumbo final
Mas que por bendita suerte, mi oído es agudo.
Puede ser, cuando me levanto con el demonio agarrado de mi plenitud y enredado en mi razón, aunque no crea en la simonía
Interfiere.
Pienso en los que se mueren por mano propia, llenos de letras y delirios, con excesos de razón y embriaguez.
Pienso en mi alma y que tan lejos estoy de eso, como si fuese la cima de mis metas.
En algo nos hacemos quimera,
La búsqueda de la felicidad, ofreciéndole queso y sangre y obteniendo sólo ofensas provocadas de vuelta
¿no somos culpables?
Ciertamente sí, en la mayoría de las veces, otras no, como cuando por suerte somos víctimas
plena y deliberada dicotomía misericordiosa.
Me he obligado a salir por irreconocible vez, encontrándome sólo,
Abominablemente solo y aburrido en un abrazo de presencia
De cincuenta desconocidos que no quisiera conocer jamás
¿Soy culpable?
Tenemos sólo un paraíso visible o que al menos atisbamos como real y esperanzador,
ese que me han quitado
Y que no sé
Si el culpable realmente soy yo.
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Tengo un hermano que no veo nunca, es matemático y se desempeña de gestionador en alguna institución, le va bien, es exitoso y estudioso. ...